Porque el asunto es cualquier cosa menos deshidratado, digamos
ORIGEN DE LA EXPRESION ECHARSE UN POLVO

En los siglos XVIII y XIX era habitual entre las clases burguesas aspirar polvo de tabaco, conocido como “rapé”. Para no importunar al resto con los molestos estornudos, en eventos sociales los caballeros se retiraban a otra habitación a “echarse unos polvos a la nariz”.
Con el tiempo, esa excusa para ausentarse comenzó a ser utilizada para encuentros sexuales. De ahí la expresión “echarse un polvo”, registrada por primera vez en Don Juan Notorio: burdel en cinco actos y 2000 escándalos, de 1874.
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Fuentes
1-
Gregorio Doval. "Del hecho al dicho". Ed. Ediciones del Prado, 1995. Pág. 107
2-
Ambrosio el de la Carabina. "Don Juan Notorio: burdel en cinco actos y 2000 escándalos". 1874
"No me iré, que ya hasta el moño
inundada estoy de leche:
no me iré sin que se me eche
un polvo o más en el coño".