“Ví un líquido amarillo y pensé que podría teñirme rubio”
“Ví un líquido amarillo y pensé que podría teñirme rubio”
“Ví un líquido amarillo y pensé que podría teñirme rubio”
El Ejército Rojo entra en la ciudad polaca de Wilno (Vilnius).
Durante la ocupación soviética de Polonia en la Segunda Guerra Mundial a la condesa Karolina Lanckorońska le tocó convivir en su casa con el capitán Pawłyszeńko, un soviético que, como tantos, venía del campo, y no estaba familiarizado con urbanidades tales como inodoros. Relata:
Pawłyszeńko intentó destrozar todo aquello que no le servía. Tiró todos los utensilios de cocina más complicados y adoptó una actitud particularmente amenazante hacia las tuberías. Andzia [la criada] me había advertido de que algo andaba mal, porque «se había puesto a lavar en el lavabo». Al día siguiente, corrió tras ella, blandiendo su revólver, y la acusó de sabotaje. El problema, según Andzia, fue que, tras tirar de la cadena, el agua dejó de fluir antes de que tuviera tiempo de terminar de lavarse el pelo. No había ni un instante de paz en la casa.
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Fuentes
Karolina Lanckoronska. "Michelangelo in Ravensbruck: One Woman's War Against the Nazis". Ed. Hachette UK, 2008. ISBN: 9780306816413. Pág. 26 https://books.google.cl/books?id=B4NVDgAAQBAJ&pg=PT26


