En el partido de Brasil contra la Unión Soviética en el Mundial de Suecia 1958 (cuyo inicio ha sido catalogado como “los mejores tres minutos en la historia del fútbol”) un soviético cayó intentando detener los amagues de Garrincha. Al verlo en el suelo, el brasileño puso el pie sobre la pelota, le ofreció su mano “como si fuera la cosa más natural del mundo”, lo levantó, y siguió corriendo rumbo al arco.

Vota!

Bonus Track

Vavá convirtió el segundo y último tanto de ese partido, a los 77 minutos. Zagallo relata: “Celebramos tanto que en la montonera Vavá se lastimó y tuvo que recibir tratamiento en la línea por varios minutos”.

Fuentes

Ruy Castro. "Garrincha: The Triumph and Tragedy of Brazil's Forgotten Footballing Hero". Ed. Random House, 2011. ISBN: 9781448128051. Pág. 122 https://books.google.cl/books?id=e0YtjS9yfU0C&pg=PA122