A fines de 1984 cerca de 3.000 belugas quedaron atrapadas por el hielo en la península de Chukchi, Siberia. Tras dos meses el rompehielos Moskva arribó para abrir un canal y liberarlas. Las belugas, sin embargo, se negaron a seguir al barco hacia aguas abiertas. Por algún motivo inexplicable, solo lo hicieron cuando a alguien se le ocurrió reproducir música clásica a través de los altavoces del barco.

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Fuentes

"Russians tell saga of whales rescued by an icebreaker". The New York Times, 12 de marzo de 1985 https://www.nytimes.com/1985/03/12/science/russians-tell-saga-of-whales-rescued-by-an-icebreaker.html