Santo Tomás Moro se negó a reconocer a Enrique VIII como jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra y la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón. En consecuencia, fue ejecutado el 6 de julio de 1535, víspera de la fiesta de la Traslación de Santo Tomás de Canterbury (o Thomas Becket), arzobispo del siglo XII.

Por increíble coincidencia ese Tomás había nacido en Londres a 20 metros de distancia del parto que dio vida a este otro Tomás, también trepó desde la clase mercantil para convertirse en Lord Canciller, también trabó amistad con un rey llamado Enrique (Enrique II en su caso) que era también dueño de un ego enorme y un temperamento tormentoso. Y ese Tomás también fue martirizado por oponerse a que un Enrique asumiera control administrativo de la iglesia.

 

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Fuentes

Lines, C. (2000). " Secret violence": Becket, More, and the scripting of martyrdom. Religion & literature, 32(2), 11-28. https://www.jstor.org/stable/40059864