“‘Cuec! ¡un quark!”

“‘Cuec! ¡un quark!”

“‘Cuec! ¡un quark!”

Los quarks fueron así llamados por su descubridor Murray Gell-Mann buscando imitar el sonido del graznido de un pato. No sabía cómo escribirlo, hasta que de casualidad leyó la frase Three quarks for Muster Mark! en el libro Finnegans Wake de James Joyce.

Comparte!

Vota!

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas6 Estrellas7 Estrellas8 Estrellas9 Estrellas10 Estrellas
(4 votos, promedio: 7.75)
Loading...

Fuentes

J. Gribbin, M. Gribbin (1997). "Richard Feynman: A Life in Science". Penguin Books. pág. 194. ISBN 0-452-27631-4.