A un oso de dejarle el mundo a las cucarachas

A un oso de dejarle el mundo a las cucarachas

A un oso de dejarle el mundo a las cucarachas

Alrededor de la medianoche del 25 de octubre de 1962, el décimo día de la crisis de los misiles, un guardia de una base de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Minnesota vio una figura trepando la valla de seguridad. Le disparó y activó la alarma de sabotaje, que automáticamente activó alarmas similares en otras bases de la región. En Volk Field, Wisconsin, un fallo en el sistema de alarma activó la bocina, lo que a su vez gatilló la intervención de los interceptores F-106A, cargados con armas nucleares. A los pilotos se les había dicho que no se realizarían simulacros de alerta y asumían que estaba comenzando una guerra nuclear. Antes de que  pudieran despegar, el comandante de la base de Wisconsin contactó a sus colegas en Duluth y se enteró de lo que en verdad ocurría. Un oficial condujo su automóvil hacia la pista, encendió sus luces e indicó al avión que se detuviera. El intruso era un oso.

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Fuentes

Sagan, Scott D. "The Limits of Safety: Organizations, Accidents, and Nuclear Weapons". Ed. Princeton University Press, 1993. págs. 3, 99–100. ISBN 978-0-691-21306-4. https://books.google.com/books?id=AObaDwAAQBAJ&q=%22volk+field%22

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