Durante la guerra que la Unión Soviética libró en Afganistán muchísimos soldados se vieron afectados por hepatitis A. En 1981 el virólogo soviético Mikhail S. Balayan investigaba ciertos que casos, a la luz de los resultados de los tests, dedujo que debía tratarse de algo distinto. Para descubrir de la manera más rápida posible de qué se trataba comió muestras fecales de nueve soldados. 36 días después enfermó gravemente y sufrió de anorexia, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, ictericia franca y hepatomegalia. Tuvo que ingresar de urgencia al hospital en plena noche. Pero se recuperó y descubrió la hepatitis E.

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Fuentes

Lemon, S. M., & Walker, C. M. (2019). Enterically transmitted non-A, non-B hepatitis and the discovery of hepatitis E virus. Cold Spring Harbor perspectives in medicine, 9(8), a033449. https://doi.org/10.1101/cshperspect.a033449