Es que un reloj cucú no se ve todos los días

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Charlie Dempsey y Sepp Blatter. "Estamos analizando en detalle como distribuir las salchichas de manera de no perjudicar a ninguna federación"

En julio de 2000 la FIFA decidía el Zúrich la sede del mundial de 2006. Competían Alemania, Sudáfrica, Inglaterra y Marruecos.

En el sufragio final, el delegado de Oceanía, Charlie Dempsey, se abstuvo. El neozelandés citó “una presión intolerable (…) incesantes llamadas telefónicas que estaba recibiendo en mi cuarto, y también intentos de sobornarme (…). Este último fax me rompió el cuello”.

Con lo de “último fax”, todo indica que Dempsey se refería a la siguiente misiva:

En esta difícil situación, Alemania quisiera enfatizar la urgencia de su requerimiento para acoger la Copa 2006 en Alemania.
Permítame ir al grano:
Apreciando vuestro apoyo quisiéramos ofrecerle un pequeño regalo por su voto a favor de Alemania: una fina cesta con especialidades de la selva negra, incluyendo algunas salchichas realmente buenas, jamón y —afírmese en su asiento— ¡un maravilloso RelojKuKu! [sic] ¡Y un vaso de cerveza también! ¿Le dejamos alguna opción?
Apreciamos vuestra sabiduría en la decisión de mañana.
Sinceramente suyo,
Martin Sonneborn
Secretario TDES.

Lo que Dempsey no llegó a atisbar es que TDES eran las iniciales en alemán de “Titanic, la Definitiva Revista Satírica”. El tal Martin Sonneborn, su editor, recuerda:

Llamé al hotel y le expliqué a la dama de la recepción que era importante y le pedí que enviara los faxes a los delegados antes de la votación del día siguiente. Y porque era el hotel más caro de Zúrich dobló los faxes, los puso en sobres y los tiró debajo de las puertas de los miembros del comité de la FIFA. Todo ello le dio un aire más conspirativo y secretista.

La federación de Oceanía le había mandatado a Dempsey votar por Sudáfrica. Como consecuencia de su abstención, Alemania se impuso 12-11. De no haberse restado, el voto del presidente, Sepp Blatter, hubiese dirimido el empate 12-12. Y el voto de Blatter había sido por Sudáfrica.

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Fuentes

David Crossland, “World Cup Bribe? The Hoax That Brought the World Cup to Germany”. Spiegel, 17 de enero de 2006, http://www.spiegel.de/international/world-cup-bribe-the-hoax-that-brought-the-world-cup-to-germany-a-394276.html.

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