Una bala de dos disparos
Una bala de dos disparos
Una bala de dos disparos
En 1883, Henry Ziegland, un joven de Honey Grove, Texas, terminó con su novia Maysie Tichnor, quien luego se suicidó. El hermano de ella fue a matar a Ziegland con un revólver. Le disparó y creyó haberlo matado, pero la bala en realidad sólo lo rozó, y se hundió en un árbol.
Décadas después, Ziegland decidió cortar el árbol con dinamita. La explosión lanzó la bala hundida, penetró en su cabeza y lo mató.
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Fuentes
Jackson Evening News, 24 de marzo de 1905