Y ya sabemos cómo grita un cerdo
Y ya sabemos cómo grita un cerdo
Y ya sabemos cómo grita un cerdo
Entre 280 y 275 A.C., en las guerras pírricas contras los griegos, cuando los romanos cayeron en la cuenta de que los elefantes de sus enemigos eran mortales, al ver una trompa herida, enviaron cerdos previamente cubiertos en grasa como antorchas vivientes para aterrorizarlos.
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Fuentes
Murray E. Fowler, Susan K. Mikota. "Biology, Medicine, and Surgery of Elephants". Ed. John Wiley & Sons, 2008. ISBN: 9780470344118. Pág. 16