De Manzanas Alucinógenas y el Himno a la Alegría

De Manzanas Alucinógenas y el Himno a la Alegría

De Manzanas Alucinógenas y el Himno a la Alegría

Capaz que hongos habrá tenido la manzana de Guillermo Tell...

Goethe llegó un día a visitar a su gran amigo Friedrich Schiller, pero este no se encontraba en casa. Sin muchas ganas de perder el tiempo, pidió permiso a su mujer para trabajar en el escritorio de su amigo.

La musa sin embargo andaba esquiva. El apestoso olor del aposento no lo dejaba concentrarse. Curioso, comienza a rastrear el olor, hasta que da con la fuente de la pestilencia: un cajón lleno de manzanas podridas.

La mujer de Schiller no tuvo más opción que explicar, avergonzada, que aquella era la forma en que su marido lograba inspirarse, según relata el propio Goethe en una carta a Eckerman.

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Fuentes

George Henry Lewes, "The Life and Works of Goethe", Editorial Nutt 1855, ISBN 1108027636 / 9781108027632, Pág 186 https://books.google.com.pe/books?id=pUM6AAAAcAAJ&pg=PA186&lpg=PA186&dq#v=onepage&q&f=false